Bodegas Señorío de Otazu lanza la primera edición limitada de Altar en colaboración con Rodrigo Otazu, la prestigiosa marca holandesa de joyas de diseño.
Altar Reserva 2005, ha sido el vino seleccionado para la primera edición limitada que lanza al mercado Bodegas Señorío de Otazu, junto con Rodrigo Otazu, una de las marcas diseñadoras de joyas más prestigiosas entre “celebrities” como Lady Gaga, Beyoncé, Lucy Liu o Kylie Minogue entre otras. Una colaboración donde se comparte un nombre: Otazu, y se complementan la originalidad del diseño del equipo de Rodrigo Otazu, con la elegancia de un vino orientado a momentos especiales. La presentación de Altar Reserva 2005 “Limited Edition by Otazu Jewerly” tuvo lugar en la feria de Amsterdam “Wine Professional” el pasado 8 de Enero, acompañados de Helena Vreeburg, responsable del departamento de Marketing de Otazu Jewelry, Duco Keulen y Willem Van der Pot, gerentes de D.R. Trading, importadora de vinos Otazu en Holanda, y Onnie y Therese Boer, propietaria y chef del famoso restaurante holandés ‘De Librije. Altar Reserva 2005, es unos de los vinos más emblemáticos de la bodega, una selección especial de las mejores uvas de sus viñedos, Cabernet Sauvignon y Tempranillo. Una crianza en barrica de roble francés durante un periodo de 18 meses. Un vino elegante, bien estructurado y final muy largo. La distribución de este vino es limitada, se podrá adquirir únicamente en algunas vinotecas de Holanda y en la propia bodega. El origen de Bodegas Señorío de Otazu se remonta a 1860, cuando se construye en Navarra la primera bodega de estilo francés, fuera del casco urbano y en una sola finca. Ubicada en Echauri, a 8 km de Pamplona, es una de las pocas bodegas españolas que ha obtenido la máxima certificación en sus viñedos: Denominación de Pago, una categoría superior incluso a la Denominación de Origen Calificada. Sus 115 hectáreas de viñedo propio garantizan la selección y personalidad de cada uno de sus vinos. El enclave natural en el que se encuentra, la historia de sus señoríos y el patrimonio artístico que les rodea, constituyen los rasgos de una bodega de ensueño. Bodegas Señorío de Otazu, un hábitat natural para las emociones. Historia, arte, naturaleza y vino.
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